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Las historias tras las cifras de la pandemia: Ayudemos a las familias de San Roque y Nuestra Señora de Andacollo

13 de julio de 2020

En las comunidades de la Parroquia San Roque, en Peñalolén, y Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, en Santiago Centro, muchos y muchas han perdido su trabajo o están enfermos y sin dinero para comprar alimentos. En OGA queremos ayudarlos y acá te contamos sobre sus historias y por qué es tan importante que actives al Georgian que llevas dentro.

La comunidad de la Parroquia San Roque de Peñalolén está conformada por personas acostumbradas a trabajar y ganar el sustento para ellas y sus familias, por lo que les es difícil reconocer que necesitan ayuda y muchas veces no dicen que están pasando un mal momento. Sin embargo, muchos y muchas han perdido su trabajo, o trabajan con un horario y salario reducidos.

“Nuestra gente aprecia y agradece la ayuda solidaria, pero para personas acostumbradas a trabajar y ganar su sustento para ellas y sus familias, es difícil reconocer que necesitan ayuda. Muchas veces no nos dicen que están pasando un mal momento. No quieren que otros de la parroquia sientan lástima por ellos. Tienen un sentido de su propia dignidad”, nos cuenta el padre Daniel Panchot, párroco de San Roque, que añade que “por otra parte, hay personas buenas y generosas, que quieren ayudar en una forma solidaria y fraternal, que quieren saber cuáles son las necesidades y quieren saber si sus esfuerzos realmente sirven”.

En San Roque hoy hay trabajadores independientes que no pueden salir a sus actividades normales por la cuarentena obligatoria que lleva más de un mes. Parejas jóvenes han visto sus ahorros evaporarse y, al no poder pagar sus arriendos, regresaron a la casa de sus padres. “Por problemas en su trabajo no tenían cómo seguir pagando la renta. A pesar de su limitada economía, los padres de familia han abierto sus casas para ayudar a sus hijos, y a veces a otros familiares en situación de crisis económica. Entonces, casas que alojaban a 3 ó 4 personas, ya tienen 7, 8, 9 o más personas, con ingresos muy limitados”, explica el padre Daniel. “En otro caso, un carpintero cesante estaba poniendo sus herramientas en venta para poder comer, pero al hacerlo pone en peligro su futuro, porque limitará su posibilidad de trabajar el día de mañana”, reflexiona.

Las primeras cajas de ayuda ya fueron enviadas, pues las familias no pueden esperar.

Familias vulnerables de Santiago Centro

En la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, en Santiago Centro, que apoya a numerosas familias, muchas de ellas migrantes que no cuentan con una red de apoyo en Chile, la situación es más que compleja producto del desempleo y la enfermedad.

En la familia Ramírez el papá, Don Patricio, se enfermó de Covid y fue hospitalizado. Dos dos de sus hijos se infectaron también y han dependido de la ayuda de la Parroquia y de los vecinos porque quedaron sin trabajo al inicio de la pandemia. “Don Patricio ha estado mejorando aunque sigue hospitalizado y uno de los hijos murió. Son una familia muy golpeada por esta situación”, nos cuentan desde la Parroquia a cargo del Padre José Tomei, más conocido como el Padre Pepe.

“Tenemos familias migrantes, como la de Celeste Jara y su esposo. Son ecuatorianos, tienen dos niños y trabajaban los dos. Ahora ninguno tiene trabajo y dependen de lo que les podamos dar”. Esta familia vive en una pieza y, si bien antes tenían la posibilidad de comer tres veces al día y hasta mandarle colaciones a sus hijos, hoy hacen rendir lo poco que tienen dándole pan con té a los niños en la mañana y más tarde aliméntandose con lo que los vecinos y la parroquia les dan.

Otra familia es la de Ynes Caraballo , que aún conserva su trabajo, mientras que su esposo está suspendido sin sueldo. “Tienen problemas porque o pagan el arriendo o compran comida”, nos cuentan. Su hijo de 15 años tiene depresión, sin embargo en su colegio, donde está becado, no le brindan apoyo psicológico salvo que sea por algo relacionado directamente con el colegio. “Está comenzando a ser atendido por Fundamor y nosotros como parroquia estamos ayudando con las cajas de comida”.

“Son muchas las personas que viven en los cités de nuestra zona y que están sin trabajo. Son chilenos y migrantes que tienen hijos, hay adultos mayores, gente con enfermedades crónicas, que perdieron los trabajos o no pueden salir a trabajar. A ellos los estamos ayudando con las cajas de alimentos que entregamos”, nos cuentan de la parroquia. “Tenemos adultos mayores que no pueden salir a comprar, ni tienen suficiente dinero. A ellos se les lleva la caja a sus casas”.

Como Old Georgians Association (OGA) queremos ser activos y comprometidos con la difícil situación que vive nuestro país. Por eso invitamos a los ex alumnos a activarnos y apoyar a la personas de la Parroquia San Roque, en Peñalolén, y Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, en Santiago Centro que están pasando por estos difíciles momentos.

¡Activa al georgian que llevas dentro! Comprometámonos a entregar 200 canastas mensuales de alimentos para estas comunidades por los próximos seis meses.