La resiliencia frente a hechos traumáticos, la fortaleza frente a la adversidad, el interés por ayudar a quienes han atravesado por situaciones similares y la perseverancia en la búsqueda de justicia son elementos que bien vale destacar en un año tan complicado como 2020. Son atributos que no sólo hablan de generosidad, de compasión y profundo amor por el prójimo, sino de un compromiso a toda prueba con el evangelio de Cristo.

Reconforta saber que un georgiano reúna estos atributos y que destine sus energías en hacer del mundo un lugar más justo, más solidario, fundado en valores como el amor, el respeto, la tolerancia, la integridad moral, la fortaleza y valentía por defender los principios que nos mueven.

Este es Juan Carlos Cruz Chellew (OG 1981), cuyo ejemplo de vida ha inspirado a multitud de georgians a luchar contra los abusos. Quienes lo postularon al premio Best Old Georgian 2020 se declararon convencidos de que “encarna fielmente el lema de nuestro querido colegio, Recte ad Ardua”. Y vaya que es cierto si consideramos que se atrevió a alzar la voz frente a los abusos cometidos por Fernando Karadima en la parroquia El Bosque, haciendo frente a implacables campañas de desprestigio destinadas a desacreditarlo ante la opinión pública. Nunca tuvo duda acerca de su fe, al punto que hoy sigue siendo un católico observante que acude todos los domingos a misa para vivirla con su acostumbrado fervor.

Hoy cuando el Padre David Halm, Rector del Saint George y miembro del Jurado, lo llamó para contarle la noticia, Juan Carlos muy emocionado comentó que es uno de los reconocimientos más importantes que le han dado en su vida, tras lo cual llamó al Papa Francisco para compartir su alegría, momento en que el Santo Padre lo felicitó extendiendo sus felicitaciones a todos los Old Georgians.

Aún así, ante un escenario tan complejo, Juan Carlos se entregó por entero a ayudar a quienes sobrevivieron a los abusos. Incluso contribuyó a crear la Fundación para la Confianza en 2010, entidad que presta ayuda y orientación a los que se atreven a denunciar estos crímenes. En 2014 publicó “El fin de la inocencia. Mi testimonio”, un libro en el que relató su caso en la parroquia de El Bosque, y luego el libro “Abuso y poder: Nuestra lucha contra la Iglesia Católica”, documento que describe el trabajo realizado en conjunto con James Hamilton y José Andrés Murillo, otras dos víctimas de Karadima.

Su lucha rindió frutos en 2018 cuando su voz fue escuchada directamente por el Papa Francisco luego de la visita que hiciera el Sumo Pontífice a nuestro país. Esta acción de denuncia permitió dar cauce a un proceso de sanación institucional y contribuyó, de paso, a forjar una relación de cercanía entre ambos que se mantiene hasta hoy. En 2015 fue condecorado con la medalla de Honor de Ellis Island en una ceremonia llevada a cabo en la Estatua de la Libertad. Esta medalla se otorga a aquellos ciudadanos estadounidenses que demuestran su compromiso con los ideales de su patria adoptiva “a través de sus acciones, utilizando su conocimiento, compasión, talentos, generosidad y coraje indomable para apoyar a su país y a sus conciudadanos”.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, nuestro Best Old Georgian 2020 ha sido invitado a compartir su testimonio en importantes universidades como Georgetown, Notre Dame y CUNY, entre otras, al tiempo que ha sido invitado a exponer por diversas organizaciones en países como Eslovenia, Polonia, Italia, España, Estados Unidos, Perú, Chile y México.

Juan Carlos Cruz es periodista de profesión y reside en Filadelfia, estado de Pensilvania, lugar donde se desempeña como director de Comunicaciones y director global de Asuntos Públicos de Livent, empresa multinacional del litio.

A él vaya entonces este reconocimiento por parte de una comunidad georgiana agradecida de su labor y compromiso para con aquellos que sufren.

Nuestro reconocimiento a las y los nominados finalistas

Este año el premio Best Old Georgian tuvo más nominados que nunca. Hablamos de georgianos que contribuyen -con sus acciones cotidianas, su compromiso con los valores cristianos y brillante labor profesional- a engrandecer no ya sólo a nuestro colegio, sino que a nuestro país en su conjunto.

Por ello queremos expresar nuestra admiración a los otros seis candidatos que llegaron hasta las instancias finales en esta desafiante misión que tuvo el jurado este año:

Sergio Baeza Valdés (OG 1965)

Florencia Darigrandi (OG 1989)

Francisca Duarte (OG 1992)

Carolina Galaz (OG 1985)

Juan Pablo Muñoz Klein (OG 1988)

Sergio Reyes (OG 1973)

Todos ellos son dignos representantes de los valores del Saint George’s College y constituyen grandes ejemplos de vida. De ellos también nos enorgullecemos.